martes, 11 de junio de 2013

Día Mundial contra el trabajo infantil

El trabajo infantil doméstico afecta a 10 millones de niños

En ocasión del Día mundial contra el trabajo infantil, la OIT publica un informe sobre las prácticas abusivas de las cuales son víctimas los millones de niños que trabajan en los hogares privados.



GINEBRA (OIT Noticias) – Unos 10,5 millones de niños de todo el mundo, la mayoría de los cuales son menores de edad, trabajan como trabajadores domésticos en los hogares de otras personas en condiciones peligrosas y en algunos casos análogas a la esclavitud, de acuerdo con un nuevo informe de la OIT. 


De estos niños trabajadores, 6,5 millones tienen entre cinco y 15 años. Más de 71 por ciento son niñas. 

Según las cifras más recientes citadas en un nuevo informe de la OIT titulado Erradicar el trabajo infantil en el trabajo doméstico, estos niños trabajan en hogares de terceros o de un empleador, realizando tareas como limpiar, planchar, cocinar, la jardinería, recolectar agua, cuidar de otros niños o de los ancianos. 

Vulnerables a la violencia física, psicológica y sexual, y expuestos a condiciones de trabajo abusivas, con frecuencia están aislados de sus familias, ocultos a la mirada pública y llegan a ser muy dependientes de sus empleadores. Muchos corren el riesgo de terminar siendo explotados sexualmente con fines comerciales. 

“La situación de muchos niños trabajadores domésticos no sólo constituye una violación grave de los derechos de los niños, pero sigue siendo un obstáculo al logro de muchos objetivos nacionales e internacionales de desarrollo”, dijo Constance Thomas, Directora del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT (IPEC)

El informe, publicado en ocasión del Día mundial contra el trabajo infantil, hace un llamado a favor de una acción concertada y conjunta a nivel nacional e internacional a fin de eliminar el trabajo infantil en el trabajo doméstico. 


“Necesitamos un marco jurídico sólido para identificar claramente, prevenir y eliminar el trabajo infantil en el trabajo doméstico, y para ofrecer condiciones de trabajo decente a los adolescentes cuando tienen la edad legal para trabajar”, señaló Constance Thomas. 

Se estima que en el mundo hay otros 5 millones de niños cuya edad está por encima del límite legal establecido en sus países para trabajar, quienes también realizan trabajo doméstico remunerado o no remunerado. 

Ocultos a la mirada del público

En muchos países, el trabajo doméstico infantil no es reconocido como una forma de trabajo infantil debido a la relación turbia que los une a la familia que los emplea, sostiene el informe. El niño “trabaja, pero no es considerado un trabajador y aunque vive en un ambiente familiar, él o ella no recibe el trato de un miembro de la familia”. 



Esta “carencia de cuidado” familiar y jurídico encubre un “acuerdo de explotación”, que con frecuencia está caracterizado por largas horas de trabajo, ausencia de libertad personal y, algunas veces, condiciones de trabajo peligrosas. La naturaleza clandestina de su situación hace difícil su protección.

El informe insta a mejorar la recolección de datos y las herramientas estadísticas a fin que la verdadera extensión del problema pueda ser verificada. También insiste a los gobiernos sobre la necesidad de que ratifiquen e implementen el Convenio núm. 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo y el Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil. 

Sin embargo, destaca que el trabajo doméstico es una fuente importante de empleo, en particular para millones de mujeres. Esto fue reconocido en el histórico Convenio núm. 189 de la OIT sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos, el cual, sostiene el informe, debería ser promovido como parte de la estrategia dirigida a eliminar el trabajo infantil del trabajo doméstico. 

“Los trabajadores domésticos de todas las edades realizan tareas cada vez más vitales en muchas economías. Necesitamos garantizar un nuevo respeto de sus derechos y reforzar sus capacidades y las de las organizaciones que los representan. Un aspecto fundamental de este nuevo enfoque consiste en combatir el trabajo infantil”, concluyó Constance Thomas. 

Fuente: http://bit.ly/18udAT9
www.ilo.org

jueves, 6 de junio de 2013

Fortalecimiento del liderazgo. Un artículo de reflexión.

The 8th Habit: From Effectiveness to Greatness. Stephen R . Covey.

“El octavo hábito brinda un estado mental y habilidades para constantemente buscar el potencial en las personas. Es la clase de liderazgo que comunica a las personas realmente su valor y potencial hasta el punto que pueden verlo ellas mismas. Para alcanzar esto es necesario escuchar a la gente. Uno debe involucrarse y constantemente respaldarlos a través de palabras y los cuatro roles del liderazgo. Estos pueden resumirse en dos palabras: enfoque y ejecución. Los dos primeros roles – modelar y buscar el camino de unir la visión – se resumen en enfoque. Encontrar el camino es esencialmente un trabajo estratégico, decidiendo cuales son los objetivos de alta prioridad, que valores deben servir como premisas para alcanzar y sostener dichas metas. Esto requiere un claro entendimiento y compromiso dentro de la cultura por dichos objetivos. Tal compromiso está basado en la confianza y en la cohesión, la esencia de actuar como modelo para la organización”.

Un video inspirador “El octavo hábito Parte III”




“Se ha explorado lo que podría denominarse como “los tres tipos de grandeza”: personal, de liderazgo y organizacional. La grandeza personal se encuentra en tres dones: la libertad de elección, los principios y las cuatro inteligencias humanas. Cuando se desarrollan estos dones e inteligencias, se cultiva el carácter pleno de visión, disciplina y pasión guiados por la conciencia. La grandeza en el liderazgo es alcanzada por la gente que, más allá de su posición, elige inspirar a otros a encontrar su voz. Esto se alcanza al vivir los cuatro roles del liderazgo. La grandeza organizacional se alcanza cuando la organización logra el desafío último de traducir su trabajo y los roles del liderazgo en los principios de la ejecución dentro de la organización: claridad, compromiso, translación, cohesión y responsabilidad. Las organizaciones que se gobiernan y se disciplinan bajo las tres formas de grandeza alcanzan el “punto dulce”. Esto es el nexo donde los tres círculos coinciden, donde se encuentra la más grande expresión de poder y potencial”.

“No somos seres humanos que viven una experiencia espiritual, somos seres espirituales que viven una experiencia humana”
Teilhard de Chardin

Un video inspirador “El octavo hábito Parte IV”