La gestión financiera y la contable son algunos de los aspectos que las pequeñas y medianas empresas están tercerizando con expertos externos.
Foto: Archivo Portafolio.co
Los expertos dicen que se debe delegar lo que no haga parte del negocio central de la empresa.
Las medianas y pequeñas empresas tienen los mismos problemas que las grandes, pero no el mismo nivel de recursos financieros para resolverlos.
Eso no significa que se queden rezagadas y con desventajas competitivas.
Por el contrario, ante los desafíos que se presentan, la mayoría hace gala de múltiples estrategias para salir adelante y buscar el apoyo de quienes realmente pueden aportarle.
“las pymes están adquiriendo cada vez más soluciones integrales, lo que ha hecho que los servicios de outsourcing muestren un crecimiento exponencial en ellas, ya que les permite acceder a un conjunto de competencias que no están disponibles en sus organizaciones y, al mismo tiempo, enfocarse en su core business (núcleo del negocio) y poder transformar su negocio”.
En materia de Recursos Humanos, por ejemplo, el outsourcing de nómina le permite a una pyme tercerizar desde la incorporación de las novedades, el pago a empleados y a terceros, y la generación de registros contables.
Este proceso libera a las pymes de inversiones en software de liquidación y garantiza el pago de acuerdo con la legislación laboral y tributaria.
El outsourcing de administración de personal le permite a una pyme subcontratar procesos de backoffice (actividades internas de oficina que no están en contacto directo con el cliente) relacionados con el ciclo de vida de los empleados, contratación, control y actualización de hojas de vida, salud ocupacional, control de incapacidades y liquidación de contratos.
Conocedores de la tercerización, como Juan Mauricio Hernández, gerente de Gestión Organizacional de Gesfinvalor, dicen que, además del manejo del recurso humano, se puede contratar la gestión financiera, el desarrollo de calidad, la gestión organizacional y estratégica, el manejo contable, la atención de peticiones, quejas y reclamos, y la entrega de mercancías. Solamente, agrega, el empresario debe dejar para sí sus procesos misionales y, en general, aquellas actividades con alta importancia estratégica.
Conciencia empresarial
Así, según los especialistas, el outsourcing ha pasado de ser una maniobra táctica de reducción de costos para tareas rutinarias y de contratación temporal de personal, a convertirse en un elemento estratégico en la transformación de la empresa.
En este sentido, sostiene Acosta, los empresarios son conscientes de la necesidad de convertir las prácticas empresariales tradicionales en un modelo más eficiente que les permita concentrarse en el verdadero foco de su negocio.
Por lo general, son conscientes de los beneficios de la tercerización de procesos que muchas veces están fuera de su alcance, como el acceso a herramientas tecnológicas, optimización de la inversión, flexibilidad en los procesos, garantía en los resultados y certeza en los costos de operación.
Todo esto le permite a las pymes concentrarse en el core (corazón) de su negocio y, en este sentido, decidir en cuáles áreas considera necesario el apoyo de un experto externo, con el fin de alcanzar mayor efectividad y productividad, por lo que antes de contratar se debe revisar la experiencia y los clientes que atiende la firma elegida.